Las creencias y las realidades del estatismo en América Latina

En la misma semana, el Papa Francisco —de origen latinoamericano—, publicó la primeraEncíclica escrita enteramente por él, en la que demuestra su rechazo por el capitalismo y los avances que este sistema económico ha facilitado; Rafael Correa, presidente ecuatoriano, latinoamericano, anunció la imposición de impuestos a la riqueza y a las herencias; y la Organización de Naciones Unidas, al fin, reconoció el fracaso del modelo bolivariano en Venezuela, país latinoamericano. ¿Cómo explicar estos tres hechos?+

En un primer momento, pensé irme por lo fácil. Pensaba culpar a una supuesta mentalidadlatinoamericana que considera que el Estado puede —y debe— hacerlo todo, a costa de la libertad individual. Pensaba afirmar que América Latina es la única región del mundo en la que persisten las ideas socialistas, como las que defiende el Papa; a pesar de los desastres que genera su implementación, como en Venezuela. Pensaba aseverar, además, que es una de las únicas regiones en donde se adoptan, como en Ecuador, las propuestas poco serias de El Capital en el Siglo XXI, el bestseller de Thomas Piketty, en relación con la tributación punitiva a la riqueza y a las herencias.+

Como explicación de esta supuesta mentalidad, pensaba responsabilizar, entre otros, a los intelectuales latinoamericanos que, desde Fernando Henrique Cardoso y Enzo FalettoEduardo Galeano, promovieron, con aires de teoría, la externalización de las culpas. Convirtieron en teoría la idea según la cual la culpa de la pobreza en América Latina es de los ricos. Porque sí. Porque son ricos.+

Pensaba cerrar, además, con una contradicción. Si alguna sociedad debiera ser reticente a las soluciones desde el Estado y creyente en la libertad individual debería ser la latinoamericana. Al fin y al cabo, en esta región es donde más se evidencian los fracasos de la acción estatal; no solo eso, también el sufrimiento que se le causa a las mayorías cuando se legitiman los excesos de esa acción.+

¿Acaso no es eso lo que enseñan las múltiples dictaduras en la región? Pero, además, es una región en la que los individuos sufren, hasta hoy, la confiscación de su riqueza a través de diferentes medios, siendo el de la corrupción uno de los más crueles y descarados.+

Pero al contrastar lo que creía con los datos, la cosa no cuadró. Al revisar la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey) me encontré con otra realidad. De los países que participan en la encuesta, solo ocho son latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay). No revisé todas las preguntas. Solo aquéllas que me permitieran demostrar la posición que tienen los encuestados de esos países, personas del común, frente a las ideas estatistas. Luego, agrupé las preguntas en categorías que muestro en la siguiente tabla.+

Según la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey), los países latinoamericanos sí creen en la libertad y la competencia. (Javier Garay)

De esta tabla la principal conclusión es que yo estaba equivocado: no existe algo como una mentalidad estatista de los latinoamericanos. Los latinoamericanos creen en la competencia, consideran que la tecnología ha sido positiva y se sienten autónomos. El único viso de estatismo, pero que también es un debate dentro del liberalismo, puede ser la idea según la cual el Estado debe hacer más por garantizar mínimos a todos los individuos.+

Otros aspectos resultan interesantes. El más alarmante es el de Chile. ¿Será que los chilenos se cansaron de ser el país más desarrollado de América Latina? El segundo, preocupante, es el de Brasil. En dos de las cuatro preguntas aparece como de las sociedades más estatistas. Dentro de las buenas noticias está Perú. Las sorpresas son Ecuador y, en menor medida, Argentina.+

Así las cosas, la verdadera paradoja se encuentra en dos niveles. Por un lado, parece ser que hay una desconexión entre lo que los Gobiernos latinoamericanos hacen y lo que los ciudadanos creen que debería hacerse. Es decir, los Gobiernos latinoamericanos ni siquiera son representativos. Esto, a excepción de Brasil, que ha tenido Gobiernos estatistas, como su sociedad, y de Perú, que ha logrado mantenerse en una senda de tímido aperturismo.+

Por otro lado, al parecer las sociedades que más han sufrido —o que están sufriendo— los rigores del exceso de Gobierno (como Ecuador y Argentina) son las que más valoran —y añoran— la libertad. Lo contrario sucede, paradójicamente, con las sociedades que se han enriquecido gracias a una mayor libertad, como Chile.+

En consecuencia, en América Latina no se puede sostener la idea de una mentalidad estatista. Estamos, más bien, ante la más abierta y cruel opresión estatista por parte de unos líderes que, sean el Papa, Rafael Correa o los chavistas, imponen su visión del mundo a los ciudadanos. Estamos, no obstante, ante una posible pérdida de las razones que hicieron que Chile se convirtiera en el país que es hoy. Estamos, en última instancia, ante una oportunidad para los múltiples movimientos libertarios que están surgiendo en toda la región. Las bases están dadas para que sean exitosos.

Artículo escrito por Javier Garay
Publicado originalmente en: http://es.panampost.com/javier-leonardo-garay-vargas/2015/06/24/las-creencias-y-las-realidades-del-estatismo-en-america-latina/

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